Anuncio parental...

Este es el primero de varios avisos que ya es hora de hacer.

El primero, como el título lo dice, es un anuncio parental.
Y habla del desconcierto que nace al ver un desentendimiento entre personas que llevan un cuarto de siglo más unos años más juntos.
La primera sigue creyendo que trata con la personalidad disociativa que alguna vez conoció pero que ahora realmente dudamos que haya sido así, sino que mas bien ella creó, y le habla con tanta naturalidad que verdaderamente sorprende, aunque ese no es el problema, el problema es que se sigur sorprendiendo de la respuesta que obtiene puesto que esa respuesta viene de la personalidad raíz y contradice todo en lo que ella cree, y se ofende y llora...
¿Tanto tiempo te lleva observar tu error? La verdad es que yo lo dudo, y creo que aquí el punto es el orgullo y la ilusión que aunque no te ha llevado a ninguna parte continúas creyendo que algún día las cosas saldran como tú lo deseas.
Pero ¡vamos! Jamás será así, y te evitarías tantas cosas si lo aceptaras de una buena vez.

Con esto no quisiera dar a entender que ella es la del problema... El estrés es muy traicionero, pero hay que saber ser lo suficientemente inteligente para controlarlo, y ése es su problema.
Y se le puede disculpar diciendo que controlar a un demonio de la categoría del estrés es muy complicado, pero contrariamente no se le puede perdonar porque bien sabemos que él cuenta con la inteligencia suficiente para hacerlo, su problema yace en pasados más antiguos, pasados subliminalmente olvidados y abandonados justo a la distacia suficiente para que continúen atormentando. Son esos pasados los que debería tener tan presentes que llegara a aprender a manejarlos hasta llevarlos tan lejos que ni el mejor hipnotizador logre evocarlos.

Escúhense, pero sobre todo véanse otra vez porque hace mucho que no lo hacen, cada vez son más viejos y tercos, por su bien y el nuestro deben apurarse a mejorar esas imágenes que después resultará casi imposible siquiera mejorarlas.