martes, 19 de julio de 2016

The bridge

Te escribo a tí, corazón mío.

Te escribo aquí, de entre todos los lugares, por ser éste el más recóndito de mis escondites.

Te escribo hoy, de entre todos los días, porque hoy, amor mío, no lo leerás.

Y ese mbaelndito día, mi vida, entenderás todo, porque justamente tú aquí, leyéndome así, por fin te interesö.

"Te has llevado la ilusión de que un día tu serás solamente para mi"
"Y qué hago con mi amor, el que era para ti y con toda la ilusión de que un día tú fueras solamente para mí"
"Muchas cosas han pasado, mucho tiempo fue la duda y el rencor que despertamos al ver que no nos queríamos, no ya no, ya no nos queríamos"
"Hoy comprendo, puedo ver, el amor que un día yo te di no ha llenado tu interior y es por eso, que te vas alejándote de mí y sin mirar hacia atrás"
"Pero yo, corazón, entendí en el tiempo que pasó, que no nos servía ya la locura de este amor, que un día así se fue y que nunca más volvió"

Cómo expresarme, lo sabes bien, me cuesta, me ha costado y me costará trabajo; pero con confianza en mis habilidades lo intentaré y con suerte, todo saldrá. Decente.

Mi vida, viví un amor como nunca antes y quizás nunca jamás, porque gracias a ti he aprendido que existen muchas formas de amar. En un inicio fue lo más maravilloso que había experimentado, pero poco a poco se fue tornando tóxico, cometí muchos errores, errores que intenté no cometer, pero así sin más, a pesar de todo sucedió. Y cada día fue mas y mas difícil amarte con la pureza con la que un día lo hice. Un día nació en mí el peor sentimiento que pude vivir: rencor, que debo confesar muchas veces confundí con odio. Mi amor, juro que intenté días, meses, disminuirlo, no dejarlo crecer y sin embargo creció. Hoy te puedo decir que esto esta fuera de control.

Yo que sé quién soy y cuánto merezco, no supe aceptar el recibir menos de lo que me corresponde; no aprendí a quererme menos que a ti. Busqué la manera de entrar en tu mente, en tu corazón, en tu alma para que pudieses ver quién soy y cuánto merezco. Pero no pude con tanta ceguera, tanto bloqueo. No me permitiste darme a escuchar, darme a entender. Siempre todo una batalla, un pleito, una competencia.

Y entonces me vi, ahí, parada frente a ti, demostrándote que soy capaz de luchar por ti, de no dejarte ir sin mas; pero a cambio recibí rechazo, una orden de restricción. Y entendí que jamás entenderás que vale la pena luchar por amor, que vale la pena rascarle a la vida, a las heridas, cuando crees en algo, cuando deseas algo.

Porque, honey, si estuve a tu lado todos estos meses fue porque creía en este amor, en esta relación, en aquel futuro. Y no, no fue fácil permanecer tanto tiempo, así, desvalorada, rechazada, alejada e ignorada.

No, no era feliz.

Pero quería serlo, contigo.

Ahora lo sabes, todo este tiempo que intenté complacerte y ofrecerte una sonrisa para dibujarte una propia fue simplemente porque era lo que quería de ti para mí. Pero no te preocupes, ahora sé que no eres ni serás la persona que me dibuje una sonrisa en mis días mas tristes.

Ya lo comprendí.

Tarde, pero sin sueño. 

Y hasta la persona más terca, soñadora o ilusa, como prefieras tú, debe saber hasta donde seguir. Y yo llegué hasta aquí.

Te amo. Pero no te amo.
Te quiero conmigo, a mi lado. Pero te quiero muy lejos de mí, de mi corazón.
Te extraño. Pero no te extrañaré más.

Y así, cuando leas esto, si sigues a mi lado, hoy sabes que esto terminó desde hace meses.

Todo en la vida tiene solución, dice mi mamá. Cuando se quiere se puede, dice la gente.

Esta es la primera parte, te toca la segunda a ti

(Así, sin punto final)

No hay comentarios:

Publicar un comentario